Lic. Daniel Hernández, Comunicación REDNATURA.

Diciembre es ese mes tan esperado todo el año,  perfecto para pasar unos días en familia y con amigos. Nos llenamos de buenos deseos para todos y de buenos propósitos para el año nuevo. Y cómo olvidar las posadas, los buñuelos, el ponche,  la habitual cena de navidad, un condensado de tradiciones y sazones. Sin embargo detrás de toda esa felicidad, y alegría, se pueden encontrar riesgos para nuestra salud.

Debido a los excesos durante esos días, los hábitos saludables son sustituidos por costumbres mucho menos convenientes. En general en estás fechas nuestra alimentación se ve rodeada por menús poco saludables que incluyen, gran cantidad de calorías, grasas y azúcares, todo esto sumado a la desfasada hora de ingerir estos alimentos, son frecuentes los dulces y los postres, así como los aperitivos antes de comer que incluyen frituras o cócteles, poco recomendables.

Las secuelas en nuestro organismo de estos excesos pueden ser notables, y en unas pocas semanas puede producirse:

Aumento de los niveles de colesterol, de azúcar en sangre y del ácido úrico.

Subidas de la tensión arterial.

Mayor retención de líquidos.

Ganancia de peso y grasa corporal.

La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha difundido una serie de recomendaciones para mantener una dieta saludable durante estas festividades para evitar coger unos kilitos de más.

• Dieta variada. Es necesario incorporar a nuestra dieta diferentes tipos de alimentos como trigo, maíz, arroz, legumbres, fruta fresca y verduras, así como alimentos de origen animal (carne, pescado, huevos o leche). Y evitar en la medida de lo posible que sean alimentos procesados.

• Menos sal más salud. Según la OMS demasiada puede elevar la presión arterial, que es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares. La mayoría de las personas consumen demasiada sal, se recomienda un consumo máximo de 5 gramos al día, el equivalente a una cucharadita.

• Reducir el consumo de grasa y aceite. Necesitamos algo de grasa en nuestra dieta, pero es importante evitar los alimentos procesados ricos en grasa especialmente los tipos equivocados, si queremos reducir el riesgo de obesidad. Evita freír los alimentos y optar por otras formas de preparado como hervirlos o cocinarlos al vapor es también recomendable.

• Reducir el consumo de azúcar. Es importante tener en cuenta la cantidad de azúcares ‘ocultos’ que pueden encontrarse en los alimentos y bebidas habituales de esta temporada. No somos conscientes de las cantidades que ingerimos por lo que es aconsejable evitar o moderar los dulces, refrescos, bebidas energéticas, bollería y en general todos aquellos productos procesados que de una forma más o menos explícita contengan azúcar.

• Limita el consumo del Alcohol. Para la OMS no hay una dosis segura de consumo de alcohol, no es parte de una dieta saludable, por lo que debe evitarse en la medida de lo posible. Puede aumentar el riesgo inmediato de lesiones, además de causar efectos a largo plazo como daño hepático, cáncer y enfermedades cardiacas.

Ahora que ya conoces estos consejos, evita los excesos para unas festividades más saludables e igual de divertidas. Canta, baila, abraza fuerte y no te olvides de sonreír, pues esta es época de alegría. ¡Felices Fiestas!

Información

Organización Mundial de la Salud (who.int)

Cómo comer en Navidad para preservar la salud (eleconomista.es)